domingo, 25 de junio de 2017

ESTRELLA DISTANTE. Boca igualó 1 a 1 con Huracán y pese a todas las dificultades que se le presentan, sigue siendo inalcanzable para sus rivales

Darío Benedetto autor de un golazo y uno de los artilleros del torneo
Boca dejó escapar la victoria en la última jugada del partido y Huracán, que no merecía perder, consiguió el 1 a 1 definitivo gracias a un polémico penal sancionado por Darío Herrera. Boca sigue siendo líder y mantiene la diferencia ante River, su inmediato perseguidor, que igualó sin goles en su estadio frente Rosario Central

Antes que anochezca 

El camino a la obtención del campeonato ingresa en zona de turbulencias. Boca dejó dos puntos en su visita a Parque Patricios tras igualar 1 a 1 con el equipo de Juan Manuel Azconzábal y la impronta que reinó en la atmósfera xeneize fue de derrota, al menos hasta la finalización del partido que River Plate y Rosario Central empataron 0 a 0.

Decíamos unas líneas más arriba que había clima de derrota para Boca porque el conjunto dirigido por Guillermo Barros Schelotto que venía de recuperarse al vencer a Newell’s Old Boys de Rosario, se enfrentaba con Huracán, el 24° de la Tabla de Promedios, que de los últimos nueve partidos disputados había perdido cuatro (Arsenal, Newell’s, San Lorenzo e Independiente), empató en otros cuatro (Vélez, Atlético Rafaela, Patronato y Estudiantes de La Plata) y sólo había ganado uno, ante Aldosivi en Mar del Plata.

Pero como ya sabemos, en el fútbol y sobre todo en el torneo local, no existen los partidos fáciles o que se ganan de antemano. Que después las circunstancias de algún partido lo transforme en un juego más accesible o se resuelva rápidamente, como fueron las victorias de Boca ante Temperley (4-0) o Sarmiento de Junín (2-0), es otra cuestión. Sucedió así y punto. Basta recordar que hace unas semanas ese mismo Temperley es el que le quitó grandes posibilidades a San Lorenzo al vencerlo en el Bajo Flores, o que el mismo Sarmiento de Junín consiguió un empate inesperado ante este River de Gallardo que también sigue luchando por el campeonato.

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Viaje al fin de la noche

Ni bien comenzó el juego Huracán salió dispuesto a tomar el protagonismo del partido. Sin muchas más herramientas que el carácter y el orden en cada una de sus líneas, logró su principal objetivo: frenar las posibles subidas de los laterales Peruzzi y Silva ubicando bien abiertos a Romero Gamarra y Pusseto ,y anular el circuito de creación entre Pablo Pérez y Fernando Gago. Y justamente presionando al número 5 de Boca es que a los once minutos del primer tiempo, Pusseto le corta un pase al ex jugador del Real Madrid y remata antes de ingresar al área un balón que el arquero Rossi, estirándose todo, desvía al córner.

Al no poder armar jugadas, Boca se movía por todo el terreno sin conexión de juego. Cuando podía hilvanar una pequeña jugada de tres pases seguidos, Jonathan Silva tiraba la pelota tan pasada que se iba detrás del arco quemero (vale agregar que fue el jugador que más pelotas perdió: 32).  En el primer tiempo Boca sólo tuvo una corrida de Pavón que terminó en tiro de esquina (que Silva tiró afuera de la cancha) y luego, un tiro fuerte y alto de Jara por encima del ángulo izquierdo del arquero Marcos Díaz, tras un mal despeje que hizo el lateral izquierdo Villalba.

Huracán tuvo dos más: un remate de afuera del área de Mariano González que se va por arriba del travesaño, y un centro que no conectó bien de cabeza Compagnucci cuando tenía el arco a disposición.

De juego, poco y nada. Pero Huracán era más intenso, y parecía mejor predispuesto para buscar abrir el resultado. Boca, entre la tensión acumulada que trae de por sí y su bajo rendimiento, no hacía nada para ir a buscar el triunfo que lo consolide en la tabla de posiciones. De hecho, una imagen de la televisión permitió que sepamos lo que Barros Schelotto le imploraba al mediocampista Pablo Pérez "comprometete con el partido, Pablo".

La primera media hora del segundo tiempo fue mucho peor todavía que el segundo. Se podía observar mucho más los choques y fricciones, un partido sumamente ordinario, con pelotazos y cabezazos sin sentido, jugadores que se golpeaban y amontonaban tirados en el piso. Por momentos parecía una pelea de borrachos en un charco de lodo. A eso se le sumó el tarjetero fácil de Herrera, que amonestaba a cuánto jugador le pasaba cerca.

Hasta que en el minuto 31 recibe de Tobio el arquero Rossi y despeja lejos y alto en dirección a la mitad de cancha. Un defensor de Huracán no llega a despejar pero sí a peinar el balón hacia atrás que Benedetto logra controlar y llevar en tres tiempos (muy malo el estado del césped del Ducó) para luego sí, rematar fuerte y alto al arco defendido por Díaz. Gol de Boca. Boca arriba. Boca sumaba de a tres. Este se convertía en otro de los típicos partidos que suelen ganar los equipos campeones, esos partidos cerrados, mal jugados, en los que se la pasa bastante mal. Y Boca estaba a catorce minutos del final en ventaja. Para alejar de una vez por todas a los fantasmas que lo acosan.

Ahora Huracán jugaba no sólo contra Boca sino contra el reloj. Si bien no podía decirse que merecía ganar, tampoco merecía perder. Fue Huracán el que había tomado la iniciativa, a puro esfuerzo. Pero el partido se iba muriendo y los merecimientos no suman goles. Guillermo pedía calma y en ese sentido, hace dos cambios: Pavón y Jara salen por cansancio y adentro Fabra que va de wing izquierdo y Zuqui para tratar de controlar el balón en el medio. Pero en la penúltima jugada Zuqui, en lugar de mantener la posición, le hace falta a un jugador de Huracán a cincuenta metros del arco que no tenía otra posibilidad más que dar un pase atrás. Zuqui hace un foul decía y el equipo de Azonzábal consigue un tiro libre que le permite meter una pelota más en el área rival, la misma que consiguió para que Romat semanas atrás empate agónicamente ante Atlético Rafaela.
Villalba tira el centro, no llega ningún defensor de Boca. Sí Mendoza que con la nuca consigue meter el balón en el área. Ese balón pasa la línea de Gago, de Magallán y se filtra hacia el área. Algo incómodo llega Daniel Montenegro que alcanza a tocarla de cabeza, abriéndose hacia su izquierda. El arquero de Boca sale mal, apresuradamente, lo toca abajo, algo arriba. Un penal que si se quiere cobrar está bien pero que si no se cobra, tampoco pasa mucho. Pero Herrera con Boca es implacable y señala con su dedo índice el punto del penal. Penal para Huracán, al minuto 48 y medio.  Romero Gamarra toca suave y bajo a la derecha de Rossi que eligió el otro costado y gol. Final del partido. Empate y nervios. Desde este momento, Boca dejó de depender de sí mismo a pesar que de Peruzzi haya declarado lo contrario, lo que demuestra que no está al tanto ni de la tabla de posiciones.

***

Distancia de rescate

El significado real del empate 1 a 1 que obtuvo Boca ante Huracán se supo apenas finalizó el partido que disputaron anoche River y Rosario Central, en el Monumental. Un cero a cero bajo una llovizna continua en el que no pasó mucho. Boca sigue primero, con una importante ventaja y dependiendo de sí mismo ¡este es un problema para este plantel xeneize hoy!

Mientras tanto, los números son los siguientes:

BOCA 53
River 49 (*)
Newell’s 48
Banfield 48
San Lorenzo 46
Independiente 45 (*)
Racing 45

El asterisco nos avisa el partido pendiente que tiene el equipo de Gallardo. El próximo miércoles 31 de mayo jugará de visitante ante Atlético Tucumán. De más está decir que, si quiere salir campeón, la materia que todavía adeuda Gallardo en el fútbol local, necesita imperiosamente la victoria.

El resto de los equipos, vienen de más atrás y los objetivos de estos pasa por obtener la clasificación a la Copa Libertadores 2018. En esta situación están mejores posicionados San Lorenzo, Independiente (que también debe un partido), Racing Club y Colón de Santa Fe.

Cuando los torneos llegan a sus instancias finales, la pelea por el título es partido a partido y fecha a fecha. Esta vez apareció un Romero Gamarra para ponerle puntos suspensivos a un liderazgo al final del torneo. Torneo que parecía hasta ayer mismo ponerse a tiro de arrebato de River como lo hizo hace unos años su clásico rival gracias a los goles de un indeleble Derlis Soto.

¿Cómo le va a ganar Boca a Independiente? En esa preguntará navegará Guillermo esta semana. Este Boca que estando tan cerca, por sus propios defectos ve tan lejos de su escudo una estrella que se le presenta distante.

Así es el fútbol. Será campeón quién disfrute y juegue más y mejor los partidos que restan.

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